PINEDA Y MARIN NO APROVECHARON VARIOS TOROS BUENOS DE CUADRI MANUEL ESCRIBANO, CON MUCHAS GANAS, TUVO EL PERO LOTE |
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EL VESPINO Y EL CORTIJO Por ALVARO ACEVEDO Lunes 16 de abril “6 TOROS 6” Núm. 669 A Serafín Marín le partió el pecho un toro hace tres meses; Fernández Pineda no torea demasiado e hizo el paseíllo con una costilla rota; y la ganadería de Celestino Cuadri impresiona a priori. Eso, por un lado. Por otro, al menos un toro del lote del catalán y los dos que lidió Pineda fueron de triunfo. Ante este tipo de disyuntivas, en las que no sabe uno si justificar a los toreros o contar la verdad sin paños calientes, suelo recurrir a la “teoría del vespino y el cortijo”. Es decir, si el objetivo de Marín y Pineda fuera el comprarse un vespino, diríamos que estuvieron bien; Pero como lo que quieren es comprarse un cortijo, tenemos que decir que no estuvieron bien. ¿Qué tardearon los toros de Fernández Pineda? Sí, pero en el primer cite, justo antes de que en matador le acortara la distancia. Luego, cuando Pineda se ponía en el sitio, embestían profundos, comiéndose la muleta, repitiendo y pidiendo enfrente un torero con oxígeno necesario para aguantar el tirón. Veinte pases ligados en cuatro tandas - que se dice pronto - hubieran bastado para cortarles las orejas, pero Antonio se perdió en dos faenas llenas de paseos y pausas que acabaron en un puñado de avisos. Apunté muchos muletazos sueltos, magníficos, y casi ninguna serie completa en condiciones. Una pena. ¿Que el quinto toro de Serafín miró mucho y humillo poco? Si, pero por el lado derecho. Porque por el izquierdo después de un buen saludo a la verónica y de que el de Moncada hubiera echado a perder la mitad de la faena por esa manía actual de torear por sistema (cuatro pases por alto y la derecha), el de Cuadri fue nada más que de revolución. Llegaron entonces unos naturales mandones, otros que acabaron en desarme y otros de poco acople. En suma, tres series al natural muy tardías que valieron para poco, salvo para enseñar las virtudes del toro a todo el tendido. Y eso, en Sevilla, es un peligro. Salvamos de esta teoría de fincas y motocicletas a Manuel Escribano. Recibió a sus dos toros a porta gayola, banderilleo con riesgo y emoción al quiebro, estuvo dispuesto y tragando con la muleta, pero su primer toro se apago enseguida y otro se vino arriba con intenciones poco recomendables. Él los mató con dignidad, y yo me fui en el vespino para casa. FICHA Lunes, 16 de abril Quinta de feria. Más de media entrada. 6 TOROS DE HIJOS DE D. CELESTINO CUADRI Muy bien presentados. 1º y 4º; algo tardos, pero de gran embestida, El 5º con un gran pitón izquierdo; 2º y 3º no se definieron; El 6º tuvo peligro y violencia. Pesos: 544, 576, 555, 546, 564 y 556 kilos. FERNANDEZ PINEDA Ovación tras aviso y división al saludar tras dos avisos. SERAFIN MARIN Silencio y ovación tras aviso. MANUEL ESCRIBANO Ovación en ambos. Buenos capotazos de El Lipi y El Ruso |
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