Foto: Gilberto H.

   Seis toros marcados con el hierro de la casa Cuadri. Los seis fueron aplaudidos en el arrastre. Bueno será que citemos el nombre de todos ellos desde el primero hasta el último: Lamanto, nº 21, de 593 kilos, que es recibido a su salida con una gran ovación; Mago, nº 7, de 552 kilos, cinqueño, que ya conocía esta plaza viniendo de sobrero. Sabía a la plaza que venía y por su veteranía tenía la responsabilidad de dejar patentizada la garantía de los Cuadri; Desconfiado, nº 40, de 552 kilos, magnífico en su pelea ante el caballo; Bienvenido, nº 25, de 575 kilos, que también empujo con fuerza a la pica; Cosaco, nº 18, de 578 kilos y Puntero, nº 27, de 614 kilos, que es aplaudido, al salir, por su fiereza y bravura. entre todos ellos ha sido cosaco el premiado. Salió con fuerza, codicia y velocidad hasta parar en el capote de Mariscal. Y a pesar de la vuelta de campana que sufrió, entró con la misma fuerza al caballo, estando a punto de desmontar al piquero. Y tras la segunda puya fueron avacionados el picador y el toro. ¡ Qué no adivinaría el matador en este toro para brindárselo a los mismísimos ganaderos, los Cuadri! El toro supo estar a la altura de quinto de la tarde, derrochando codicia y nobleza en toda la faena y llevando el hocico a ras del albero, como oliendo los vuelos de la franela y repitiendo por derecho en busca de ella. Cumplió tan bien su papel de toro bravo y noble que con él triunfaron todos los toreros en todos los tercios y hasta los mulilleros recorrieron el anillo con satisfacción. Honor de vuelta al ruedo muy merecida entre los sones del pasodoble de Manolete, el de más sentimiento taurino. ¿Qué yerbas, qué pastos se crían en Comeuñas y Cabecilla Pelá para producir estos toros? toda la afición valverdeña se siente satisfecha y se congratula con esta familia de los Cuadri por el nuevo triunfo. Esta es la cuarta temporada triunfal consecutiva en nuestra plaza. Enhorabuena, y reciban su trofeo, que les va a entregar la Sra. presidenta de festejos taurinos Dª Lucía Mantero Cuajares.

José Sánchez Borrero