La foto del día en las Ventas del Espiritu Santo es la del mayoral triguereño José Escobar que fue obligado  por la afición madrileña a saludar desde el  ruedo tras la lidia del último de la tarde  de esta corrida de toros bien presentados, hondos, con cuajo, serios y de juego vibrante y  variado.

    Una gran corrida de Cuadri, lo cual no quiere decir que fuera fácil: todos pedían ya de salida el carnet de identidad. Pero unos con más clase y otros con menos, los seis tercios de varas tuvieron interés. Y los seis llegaron a la muleta, con sus pros y sus contras, pidiendo una muleta poderosa por delante. Por ser parejos, todos cortaban terreno en banderillas. En suma, seis toros con casta, con genio, con las dificultades innatas que eso encierra, pero con los atributos que definen al toro de lidia: la bravura. Con mucho motor para mover un inmenso esqueleto de muchos kilos  plenos de musculatura entipada en su encaste propio. La afición venteña se volco en aplausos con el hierro onubense. Todos  fueron aplaudidos en el arrastre. Enhorabuena.

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